Teen Wolf: porque los hombres lobo siempre fueron mejores

¡Teen Wolf está de vuelta! ¡Y qué vuelta! Ya el final de la 3ª temporada había dejado las cosas caldeaditas, pero este comienzo crea aun más intriga. Sin embargo, primero vamos a hacer un repasillo sobre la serie para aquellos que aún no la conocen (sin spoilers, por supuesto).

La idea está basada en aquella película del mismo nombre de 1985 protagonizada por Michael J. Fox, aunque realmente lo único en común es que va de un hombre lobo en el instituto.

Teen Wolf, la serie, se sitúa en un pueblo californiano llamado Beacon Hills. Una noche Scott McCall (Tyler Posey), un adolescente asmático y un poco pardillo (para que negarlo), es mordido por una extraña criatura, cuando estaba buscando medio cadáver (sí, medio, leísteis bien) en el bosque con su amigo Stiles (Dylan O'Brien). Al día siguiente, empieza a tener extrañas habilidades y, tras resistirse un poco a creérselo, descubre que es un hombre lobo (¡menuda sorpresa!... pero Scott es un poco lentito, qué se le va a hacer). A partir de entonces, su vida empieza a complicarse, ya que a sus problemas «lobunos», que intenta ignorar a pesar de la insistencia de Stiles y las advertencias de Derek Hale, otro hombre lobo, se le une su romance con la nueva estudiante Allison Argent (Crystal Reed). A estos personajes se les unen Jackson Whittemore (Colton Haynes), típico machote deportista de esos de los institutos de EE. UU. y capitán del equipo de lacrosse (sí, sí... qué fútbol ni qué baloncesto... el lacrosse es lo último de lo último), y Lydia Martin (Holland Roden), mítica chica popular, pero que esconde algo detrás de todo ese glamour.

(De izqu. a dcha.) Holland Roden, Colton Haynes, Dylan O'Brien,
 Crystal Reed, Tyler Posey y Tyler Hoechlin.

Sé que no suena muy allá... parece de estos romances sobrenaturales tan populares últimamente... además es de la MTV, ¿qué puedes esperar? ¿No? No. Ohh... aun recuerdo aquellos tiempos en los que pensaba: «Vamos a ver esta serie de la que hablan tanto en tumblr... ¡Oh! Es graciosilla igual la sigo, además... ¡hombres lobo!». No me esperaba mucho, pero decidí seguirla porque siempre me gustaron los hombres lobo, desde Remus en Harry Potter y Oz en Buffy (no sé a cuál descubrí primero). Sin embargo, Teen Wolf acabó sorprendiéndome y para bien. 

Para empezar, esta el hecho de que al final mi personaje favorito acabó (y empezó, porque lo fue desde el primer capítulo) siendo Stiles, un humano normal cuya única arma es el sarcasmo (pero qué bien se le da, oye) en medio todos esos hombres lobo. Sí, empecé a ver la serie por lo hombres lobo, pero Stiles fue una de las razones por las que me enganché tanto.

Scott: Maybe it was my blood on the door.

Stiles: Could have been animal blood. You know, maybe you caught a rabbit or something.

Scott: And did what?

Stiles: Ate it.

Scott: Raw?

Stiles: No, you stopped to bake it in a little werewolf oven.

[Scott: Igual la sangre de la puerta era mía.
Stiles: ¿Crees qué era de algún animal? Igual atrapaste un conejo o algo...
Scott: ¿Y qué hice con él?
Stiles: Comerlo.
Scott: ¿Crudo?
Stiles: No, te paraste a asarlo en un pequeño horno para hombres lobo.]

Además, por lo menos estos son hombres lobos de verdad, feuchos, con colmillos y garras y ojos brillantes...

Tampoco podemos olvidar, lo geniales que son las chicas en esta serie. Porque, sí, Allison es adorable (con esa sonrisa no me extraña que Scott se enamorara de ella), pero también es de armas tomar. Y no hablemos ya de Lydia que después del instituto va a acabar dominado el mundo (eso te lo aseguro).

Por último, pero NO menos importante, esas escenas gratuitas de chicos descamisados...

Sin embargo, más allá de todo eso, lo bueno de Teen Wolf es que mejora temporada tras temporada, cosa poco frecuente en series de este estilo. A ver, no digo que sea una obra maestra, ni de lejos, tiene incongruencias y lo de las cronologías no parece dárseles muy bien, pero sin duda es ideal si buscas algo entretenido que ver. No te dejes engañar por el primer episodio, que es aburridillo, mírate unos cuantos más de prueba y ya verás que al menos «graciosilla» te resulta. Entonces espera a llegar a la 3ª temporada... ¡BOOM! Sin entrar en spoilers, solo decir que aquí es cuando se nota mucho más la evolución de la serie. Se vuelve mucho más oscura e intensa, especialmente la 2ª parte. Además, el crecimiento, no sólo de los personajes, sino también de los actores es asombroso... Dylan O'Brien está increíble (y no me refiero solo al físico, ;) ) y Crystal Reed no se queda atrás.

Sí, la 3ª temporada sin duda vale la pena, aunque acabes sufriendo como una condenada (porque vas a acabar sufriendo créeme). Y parece que la 4ª temporada va por el mismo camino... ¡no sé si podré resistirlo!

Por ahora, os dejo con un tráiler de la 1ª temporada, para aquellos que aun no las hayáis visto, :)

Más adelante (hoy si me da tiempo), subiré un recap del 4x01 (¡qué buena pinta tiene esta temporada!).